Toda persona tiene competencias con tres componentes, actitudinales, teóricas y de procedimientos.
Se dice que los tres aspectos tienen que estas desarrollados, que ninguno de ellos puede desarticularse del otro si queremos tener las capacidades desarrolladas en una determinada profesión.
Actualmente los estudios nos dicen que los profesionales son buenos en los conocimientos y en las habilidades, pero tienen déficit en el aspecto de actitud, identificación, de servicio al cliente. Por lo que aparte de los conocimientos técnicos, especializados, se valora la capacidad de integración con el equipo de trabajo, compromiso con la organización y la asertividad, siendo aspectos menos tangibles, por estar relacionados con las actitudes, los principios y los valores.
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